jueves, 31 de marzo de 2016

El gato astronauta (Mi humor gatuno)


La nasa había enviado a dos animales para realizar un viaje experimental, de esos que suelen hacer para no arriesgar human@s: pusieron a un perro y a un gato para tal travesía cósmica.


El perro sentía mucho miedo, pero el gato era todo lo contrario; parecía muy seguro de sí mismo. Por esta misma razón, el primero le pregunto.


- Guauuu ¿Por qué estás tan sereno? ¿No ves que en cualquier momento nos volveremos polvo cósmico y l@s human@s ni siquiera están segur@ si existe un cielo para nosotros?


Y tranquilamente, el gato le respondio.


- Miauuu, el que diseño la cápsula y es el jefe del proyecto es mi ama; siempre me permite entrar a su laboratorio y le hago muchas travesuras; pero a la vez aproveche para observar cómo llevo a cabo todo. Es por ese motivo, mi querido amigo, que yo se cómo navegar esta cápsula y aterrizarla.



miércoles, 16 de marzo de 2016

El gato artista (Mi humor gatuno)


Hace tantos años o meses atrás - bueno, cabe recalcar que la medida de tiempo de un humano no es similar a la de un gato, así que seguro que para el gato en cuestión es como si pasara "mucho, mucho tiempo"-, existieron un veterano artista abstracto, muy concentrado en sus pinturas y su travieso gato siamés.

Un día, mientras el pobre hombre estaba ocupado en uno de sus tantos cuadros, el gato comenzo a arañar sus lienzos y portarretratos, al punto de que el pintor lo echo fuera del estudio y cerro la puerta

Minuto y medio despues, como por arte de magia, el gato le hizo miau para anunciarle que estaba detras de él.

- ¡¡Pero cómo pudiste entrar!! ¡¿Acaso te crees Houdini?! ¡¡Y vaya que ahora tienes cara de que quieres posar como mi modelo!! Haremos un trato: voy a pintar un cuadro donde aparezca tú, con la condición de que te portes bien... por lo menos por un tiempo.

Y el gato pensó en sus adentros

- ¡¡Miauuu!! Humanos, no sospechan de lo que somos capaces con tal de conseguir lo que queremos; yo quería buscar la excusa perfecta para seguir dentro del estudio del viejo loco este y vaya que lo logre.

 


sábado, 5 de marzo de 2016

El racismo visto desde el punto de vista de un gato (Mi humor gatuno)

Había una vez, o mejor dicho, no hace tanto tiempo, una casa en donde vivían dos gatos: un macho negro y una hembra. Ambos eran mascotas de una familia formada por un hombre negro y una mujer blanca, con tres hijos mulatos.

El matrimonio siempre estaba estable, excepto ciertos días en que las diferencias raciales se hacian sentir: la mujer era de ascendencia sueca y el hombre era descendiente de los masais, tribu que vive en sureste africano. A menudo cuando discutían, ella le decía negro masai y él sueca aristocrática; pasaban un rato separados pero luego se reconciliaban.


Lo peor sucedía cuando aparecían las familias del masai o de la sueca, y era aun peor cuando ambas familias se encontraban. Siempre salían a relucir sus diferencias culturales, algo que ambos gatos no entendían.


Una noche - a los gatos les gusta estar despiertos de noche -, la gata blanca le pregunto a su amado negrito.


- Miauu, oye cariño ¿Qué es eso del racismo? ¿Por qué los humanos se llevan tan mal si son de la misma especie como nosotros?


El macho le respondio


- Cariño, dejate de preocupar por los humanos; lo que pasa con ellos es que no son gatos: a nosotros nos da igual acostarnos en un sofa o en un pavimento, a los humanos que se acuestan en el pavimento les llaman pordioser@s. A los que se sientan en grandes sofas les llaman ric@s. Si tan sólo fueran gatos, serían más felices.


Ella le acaricio suavemente la cabeza con su hocico.


- Tienes razón amor: por eso tuvimos una camada de hermosos cachorros bicolores; lástima que nuestros amos los regalaron. Los humanos son los humanos y los gatos son gatos.