sábado, 31 de octubre de 2015

Mi gato embrujado


En una noche de Halloween, un joven miraba un documental proyectado en su plasma, en donde una atractiva presentadora explicaba la confusión entre "el día de todos los santos" y el "halloween"; su gato negro dormía junto a él, en el hombro del mueble.

- Para contrarrestar la influencia pagana de la fiesta de halloween, la iglesia católica creo "el día de todos los santos", que se conmemora un día después.

El joven apaga la tele, acosado por el sueño. Tras un gran bostezo, penso en voz alta.

- Con razón se confunden ambas fechas.

Apenas el joven se durmió, el gato negro comenzó a levantarse de su posición, se apoyo en sus patas traseras y de sus ojos comenzaron a emanar una intensa luz amarilla. De forma muy humana, el gato susurro.

- Despierta

El joven entreabrio los ojos, miró al gato, que parecía tener un aspecto intimidante, pero luego los volvió a cerrar; sin duda pensó que era un sueño.

- Despierta muchacho.

Aún con el sueño invandiéndolo, el joven abrió los ojos otra vez; en esta ocasión, con la mirada fija en los ojos brillantes del gato. Aquello causo que entrara en una especie de trance.

- Oye Nostradamus ¿Por qué me miras de esa forma? ¿Qué haces hablando? ¿No se supone que los animales no hablan?

- Hoy es el día de todos los gatos, por lo tanto, te toca ser mi esclavo.

- Sí Nostradamus, haré lo que tú digas...

- Levántate y juega conmigo a ser el ratón que cazo.

Eso hizo... Segundos después, el joven se levantó sobresaltado, con la cara mirando a su gato negro, que seguía durmiendo en el hombro de su mueble, en la misma posición.

-Vaya, pero si sólo fue un sueño.

Y se volvió a dormir. Segundos después, el gato se comenzó a despertar, miró al horizonte y de sus ojos emanó una intensa luz amarilla, junto con una pequeña sonrisita maquiavélica.





Prrrrrrrrr


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